La construcción sostenible es la práctica de crear un entorno saludable basado en principios ecológicos. La construcción sostenible se centra en seis principios: conservar, reutilizar, reciclar/renovar, proteger la naturaleza, crear sin tóxicos y de alta calidad.
El objetivo es reducir el impacto de la industria en el medio ambiente utilizando prácticas de desarrollo sostenible, empleando la eficiencia energética y aprovechando la tecnología verde.
Aunque muchos sectores empresariales están haciendo lo posible por ser más sostenibles, el sector de la construcción es único porque tiene la posibilidad de influir significativamente en la forma de aplicar estas prácticas. Esto se debe a las grandes cantidades de materiales y energía que utiliza la industria.
Las técnicas de construcción, los recursos y las prácticas de edificación han evolucionado a lo largo de los años y, con el creciente interés por la sostenibilidad y el ahorro de energía, se han desarrollado nuevos métodos de construcción centrados en la sostenibilidad. Hay dos cosas que intervienen en la construcción sostenible: los materiales que se utilizan y los métodos que se emplean.
Una de las mejores formas de practicar la sostenibilidad en la construcción es a través de los materiales que se utilizan. Una nueva generación de materiales de construcción más resistentes, ligeros y sostenibles puede ayudar a resolver muchos problemas del sector, así como a impulsar las prácticas actuales para que sean más sostenibles.
Estos materiales tienen la ventaja añadida de proteger el medio ambiente al reducir la huella de carbono de los edificios que los utilizan. Promueven una Tierra más limpia y un futuro de sostenibilidad a la vez que son estéticamente atractivos y mucho más eficientes.
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